Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://jaybqoc412577.tribunablog.com/la-polémica-del-cabezazo-de-zidane-explicada-52887422